"EL DISCURSO ANÁLOGO A EL DOLOROSO TRANCE DE MARÍA SANTÍSIMA CUANDO ENCONTRÓ A SU SANTÍSIMO HIJO EN LA CALLE DE LA AMARGURA", DOCUMENTACIÓN MÁS ANTIGUA SOBRE EL SERMÓN DEL ENCUENTRO. 1822.

Artículo publicado en la revista anual de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno de la ciudad de León. 2019. Págs. 18-21.

La historia cofrade leonesa está salpicada de muchos matices que son asumidos como originales de las propias penitenciales, aunque no sea así, o bien, como aquello que recuerda nuestra memoria, que la mayor parte de las veces resulta torpe y confusa a la hora de poner datos sobre el papel. Nada mejor qua buscar y acudir a las fuentes escritas originales, y con las pequeñas piezas con las que contamos, tratar de acercarnos a la comprensión de la realidad actual de todo lo que rodea a la Semana Santa de la ciudad de León y en particular a la cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno. 


Es así como comprobaremos cual es el nivel de conservación de las tradiciones propias, si han desaparecido y su conveniencia de recuperación por ser signo de identidad, y de continuarse, cual ha sido su deriva y así entrar a valoraciones y replanteamientos del presente y futuro. 

Dentro de la búsqueda de ese conocimiento, está la actual representación "teatral" que tiene lugar en la Plaza Mayor el Viernes Santo a la mañana, y que la actual cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno pone en escena como un acto de la procesión de los Pasos: El Encuentro.

El motivo de este artículo no es para hacer una exposición cronológica de como se ha llegado a la actual escenificación, porque ya hay trabajos que lo han abordado, al igual que la descripción e ilustración que del siglo XIX aludía al hecho en la revista dirigida por Gustavo Adolfo Bécquer. 

Lo que pretendo es recuperar un texto de 1822 que se refiere al tema citado y nos da luz de lo simple que fue su origen: Un Sermón; "(...) un discurso análogo a el doloroso trance de Maria Santísima cuando encontró a su Santísimo hijo en la calle de la Amargura".

Contamos con documentación de como desde mediados del siglo XVIII la cofradía de Jesús Nazareno carecía de desahogo económico para su desarrollo y crecimiento en patrimonio y esplendor. Tanto fue el apuro que la cofradía pedía limosna a fin de hacer túnicas para los penitentes y llegó a expulsar a los braceros, al no poder pagarles por el trabajo de llevar sus pasos, y después eliminó todas las imágenes secundarias de sus cinco pasos de misterio (excepto el Cirineo que acompañaba al Nazareno) para ser llevadas las diferentes efigies y representaciones de Jesús en su Pasión en parihuelas. Ya había tenido lugar entonces el decreto de extinción de cofradías tras el Informe del Conde de Aranda, (1770) la prohibición de los disciplinantes, empalados y penitentes de sangre por Real orden de Carlos III (20 de febrero de 1777) y el Decreto de extinción de cofradías del 25 de junio de 1783 que tuvieron su influencia directa en la economía de todas las cofradías y en la de Jesús Nazareno también. (Las decisiones políticas siempre influyen en las cofradías) Y todo ello se remata con la invasión de las tropas francesas y el incendio del Convento de Santo Domingo, en enero de 1809, lugar donde la cofradía existía en 1610, cuando negociaba ya la compra de una capilla.

¿Los resultados de todo ello? Muchos y diversos que llevan a la cofradía de Jesús Nazareno casi a desaparecer y extinguirse entre 1804 y 1815. 

Vamos a las fuentes. Según los acuerdos municipales del Ayuntamiento de León, del 13 de marzo de 1812, no había habido ninguna procesión de Semana Santa en los tres años anteriores, entre 1809 y 1811, "(...) por haberse extinguido las Hermandades y Cofradías, y los Conventos de San Francisco y Santo Domingo de esta Ciudad no hubo ya en los tres años últimos ninguna de las procesiones publicas que con sermón se hacían y salían de dichos conventos (...)"

De seguido, los acuerdos y cuentas de la cofradía de Jesús Nazareno en el año de 1815 afirman que : “Aunque no se han rendido cuentas, ni ha habido abad desde 1804 en adelante porque los que se han nombrado aunque hasta el año 1808 han hecho las festividades de la cofradía, no han rendido cuentas. Después con la guerra con Francia, Don Francisco Quijano seise de esta cofradía celoso de su restablecimiento ha hecho la diligencia posible para averiguar los devengos que haya a favor de ella y procurar su sobranza de que rendirá cuenta. Y para el año 1815 sirve la cofradía por nombramiento que se hizo por algunos seises y hermanos, Don Juan Antonio Chamorro y que así se previene para que conste. Juan de Dios Fernández.” (Secretario de la cofradía)

¿Que deducimos de estos textos? Según el Ayuntamiento, desde 1809 las cofradías de la Semana Santa se encuentran extinguidas y sin hacer ningún acto, entre ellos, los sermones previos o durante las procesiones. Por parte de la cofradía de Jesús Nazareno se señala que, entre 1804 y 1808, la cofradía ha tenido actividad y abades, pero desde 1809 a 1815 efectivamente debió de desaparecer toda actividad de la misma y se puede considerar como extinguida como señala el documento municipal, hasta que en 1815 se reorganiza por constancia documental de la propia cofradía.

Retrocediendo. Vemos que el Ayuntamiento cita algo importante al señalar que las procesiones públicas de Semana Santa que hacían las cofradías incluían un sermón. ¿Qué sabemos del sermón de la procesión de Jesús Nazareno? Pues nada, porque no hay una asignación económica en los libros de acuerdos y cuentas de la cofradía. 

No será hasta 1822 cuando tengamos constancia documental de un sermón de la cofradía de Jesús Nazareno el Viernes Santo. La referencia más antigua del mismo.

Ya hemos visto como la cofradía y sus actos se suspenden o extinguen en unos años concretos y como desde 1815 la cofradía se reorganiza. Lo hace en muchos aspectos, incluso patrimonialmente, pero ahora nos interesa uno que ha trascendido a lo que hoy es el llamado acto del Encuentro en la Plaza Mayor.

Los libros de acuerdos municipales recogen lo siguiente en las actas del 26 de marzo del año 1822 (A.H.M.L., L. Ac. 113, fol. 133-133v)

​“Solicitud hecha al Señor Jefe Político por el Abad de la Cofradía de Jesús Nazareno relativa a que se la conceda permiso para que en la plaza de la Constitución se represente un discurso análogo al encuentro de María Santísima con su Santísimo hijo.

​Viose la solicitud hecha al Señor Jefe Político por Blás Montes vecino de esta ciudad abad de la cofradía de Jesús Nazareno sita en la Capilla de la Esclavitud relativa a que se le conceda permiso para que en la plaza de la Constitución se represente un discurso análogo a el doloroso trance de María Santísima cuando encontró a su Santísimo hijo en la calle de la Amargura, con lo informado en su razón por los Señores Gobernadores, que por decreto de dicho Señor se manda se manifieste por los Señores Alcaldes y este Ayuntamiento, los motivos por que ha estado suspendido el Sermón, y si se contempla necesario y conveniente se verifique en este año con lo demás que se contemple oportuno. Se accede se exponga a dicho Señor lo siguiente.

Informe:

​Este Ayuntamiento en virtud del anterior decreto de Vuestro Señor no puede menos de manifestar que no ha tenido noticia de que se haya interrumpido la predicación relativa a esta solicitud por mandato de ninguna autoridad, y que si se ha dejado de hacer ha sido por falta de medios de los abades de dicha cofradía, pero cree que conforme al paso que se propone debe verificarse su plática referente solamente al asunto para llamar la atención de los oyentes en un tiempo en que es indispensable recordar los pasos de la Pasión de Nuestro Redentor Jesucristo, y los Dolores que sufrió su Santísima Madre, no obstante esto Vuestro Señor acordara lo que le parezca conveniente".


Bien, ya tenemos varias cosas. En primer lugar, el abad de la cofradía de Jesús Nazareno, Blás Montes, presentó la solicitud al Jefe Político de León, (funcionario de Estado con cargo similar, guardando distancias, a un actual Delegado de Gobierno) Joaquín Suárez, para realizar un "discurso análogo", (no lo denomina específicamente sermón) al encuentro de María Santísima con su Santísimo hijo. El funcionario del Gobierno remitió al Ayuntamiento de León la petición solicitando informe. El acta municipal detalla el nombramiento del asunto como el "doloroso trance de María Santísima cuando encontró a su Santísimo hijo en la calle de la Amargura." El texto afirma que el Ayuntamiento no tiene conocimiento de que haya existido prohibición para hacer "la predicación" y que de haberse dejado su práctica es porque la cofradía no lo ha llevado a cabo, valorando que fuese por falta de dinero, y que por su parte no solo aprueba que se realice, sino que ve conveniente "su plática", pero solo respecto al tema solicitado a fin de llamar la atención del público.

Este informe previo conduce a un escrito fechado el 28 de marzo de 1822, (A.H.M.L., Instancias, Comunicaciones y oficios, 141) con encabezamiento a “los Señores Gobernadores eclesiásticos de la diócesis", resolviendo el asunto y donde el Jefe Político intendente concluye lo siguiente:

​"En consecuencia de la exposición que me ha hecho Blás Montes vecino de esta capital y abad de la cofradía de Jesús Nazareno en solicitud de que se le permita representar en la procesión del Viernes Santo en la mañana y sitio de la plaza de la Constitución el doloroso paso de la calle de la Amargura por el encuentro de la Virgen con su Santísimo hijo; teniendo presente lo informado por el Señor cura párroco del Mercado, por su Señor y por el Ayuntamiento constitucional de esta Ciudad acerca de los motivos por que se suspendió la predicación del discurso referente al paso indicado, y si convendría que se volviese a practicar según lo hacían antiguamente; ha determinado en esta misma fecha acceder a su solicitud, encargando a Vuestro Señor bajo la mas estrecha responsabilidad que el orador se limite precisamente a demostrar al publico con la debida moderación y respeto el dolorosísimo paso de la amargura que se desea manifestar sin separarse lo mas mínimo de esta materia: que para dar a este acto toda solemnidad que se requiere y que (…) se guarde el mayor orden y circunspección así por el orador como por los concurrentes, se sirva asistir uno de Vuestros Señores o en defecto delegar quien les represente que en unión con la autoridad civil que presida la función contribuya a que se haga con todo el respeto y religiosidad que corresponde, a cuyo fin comunico esta resolución al Ayuntamiento constitucional con las advertencias concernientes a su autoridad.

Lo que transcribo a Vuestro Señor para su inteligencia previniéndole que tome cuantas medidas dicte su prudencia para que la función se haga con el mayor orden, sin que este se turbe ni aún momentáneamente, pues de cualquiera novedad que ocurra en el acto hago a Vuestro Señor responsable igualmente que a la autoridad eclesiástica del exceso que pueda haber por parte del orador."

El texto es clarificador en el asunto. En primer lugar se afirma que el acto a aprobar tendrá lugar durante la procesión del Viernes Santo por la mañana en la plaza de la Constitución. (Plaza Mayor) La autoridad civil pidió informes al sacerdote de la Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Mercado y a la autoridad eclesiástica diocesana, para averiguar el porqué se suspendió la realización de aquel "predicamento". (Acto de predicar) No tenemos esos informes. El Ayuntamiento ya informó favorable previamente, según acuerdo anterior. Lo que observamos es que nos reafirma que anteriormente a su desaparición momentánea, aunque no tengamos a día de hoy referencias documentales, el sermón ya se llevó a cabo. Por otro lado el gobernante de León, ordenó con claridad que lo que ha de hacerse es un discurso, (sermón) y el orador lo ha de efectuar con moderación y respeto al "(...) dolorosísímo paso de la amargura que se desea manifestar", y nada más. Además, se apela al orden, de orador y asistentes, y se hace responsable de ello al Ayuntamiento de León, y también al Obispado, al que advierte respecto a la actitud y palabras del orador, a buen seguro, un religioso. A este sermón se ordena, por último, la asistencia de la representación del Ayuntamiento de la ciudad y de la Iglesia, siendo finalmente el sermón en la Plaza Mayor autorizado por el Jefe Político Intendente, Joaquín Suárez.

Tenemos, por tanto, la primera referencia a lo que ahora es el acto del Encuentro, inicialmente un sermón, durante la procesión de los pasos de la actual cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, cofradía hasta inicios del siglo XX nombrada únicamente como Jesús Nazareno.

Con seguridad se puede afirmar que entre 1809 y 1821 no hubo sermón respecto al denominado "doloroso trance de María Santísima cuando encontró a su Santísimo hijo en la calle de la Amargura”, y que anteriormente a 1809 debió existir en razón a esta documentación. ¿Desde cuando? ¿Donde se realizaba? Son dos incógnitas.

Lo que ya sabemos es que en nada debió parecerse aquel sermón a la actual escenificación que tiene lugar en la Plaza Mayor de León en la mañana del Viernes Santo y que desde 1822 y con las interrupciones y enormes modificaciones que la cofradía ha llevado a cabo, aquel sermón piadoso, sujeto a la moderación, y aquel orden de la concurrencia, ha derivado casi 200 años después en un acto multitudinario y un activo turístico en el León del siglo XXI.


Gonzalo Márquez García.

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