LA CONSOLACION DE MARÍA INTERPRETADA POR El ESCULTOR MIÑARRO

Artículo publicado en la revista oficial de la Semana Santa de León ¨PREGÓN¨ del año 2020.

“El profesor sevillano, imaginero y conservador, tamiza el tiempo de la tradición escultórica barroca española, de diferentes escuelas, y lo sintetiza en la realización de la Virgen de la Consolación para la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad que esperemos pueda lucir sobre los hombros de sus braceras el próximo Viernes Santo.”

No es decisión fácil en ninguna cofradía la sustitución de imágenes con destino a salir en una procesión en lugar de otra existente.

Cuando una junta de seises o un conjunto de hermanos se lanzan a llevar a cabo un cambio de esta importancia no suele ser por capricho, sino porque es posible que una imagen, que muestra cualquiera de los pasajes pasionales de Cristo o los dolores de la Virgen María en Semana Santa, no cumple con una función destacada, como es proporcionar al espectador y a los componentes de la hermandad, un sentimiento que les una emocionalmente a la representación religiosa, y por tanto, no genera devoción a propios, simpatizantes y extraños.

Otro factor que impulsa al cambio de una imagen es la valoración sobre la calidad de la obra que se pretende reemplazar, que por lo general ha resultado insatisfactoria de siempre.

Ambos aspectos, la falta de carga devocional y de calidad artística, que justifican por si solos este tipo de decisiones, suelen chocar con el apego de quienes por unas horas cada año llevan sobre sus hombros el trono que sirve de base a la imagen.Criterios racionales y emocionales crean un conflicto que siempre es complejo resolver y que por lo general, tras la sustitución material de las imágenes, obtiene el beneplácito mayoritario, y apenas queda un recuerdo unido a las experiencias personales que se han podido grabar en las emociones a nivel individual, pero se sobrepasan por la satisfacción colectiva de percibir que la nueva representación cumple mejor con los objetivos evangelizadores, estéticos y plásticos de una cofradía.

Estas consideraciones son importantes y sirven de introducción a este artículo sobre la nueva imagen que bajo la advocación de Consolación de María, ha sido adquirida en el año 2018 por parte de la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad de León tras ser encargada al profesor Juan Manuel Miñarro, para sustituir la que bajo el mismo nombre tiene la hermandad y fue realizada por José Ajenjo Vega en 1996.

Haciendo un poco de historia, en la procesión del Santo Entierro de 1994 la cofradía de las Angustias contó entre sus pasos con la novedad de componer uno, para ser pujado por mujeres, con la imagen de Dolorosa cedida para aquel año por la cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, procedente del paso de la Crucifixión. En concreto, se contó con la que figuró en el citado misterio entre su adquisición en 1928 y 1990 ya que esta última cofradía la sustituyó por una del artista Melchor Gutierrez. Aquella imagen de 1928 que componía el misterio iconográfico de un Calvario, de la cofradía de Jesús Nazareno, fue en realidad el primer paso que contó bajo su trono con mujeres en la historia de la procesión del Santo Entierro en León.

Veintiséis años, por tanto, se cumplirán en este, Dios mediante, de la presencia de la mujer como bracera en la única procesión de carácter Oficial en la Semana Santa leonesa, eso sí, solo en los años pares, ya que la cofradía organizadora de la procesión en los impares, Vera Cruz (Minerva) mantiene el anacronismo y la posición contraria a que las mujeres vistan el hábito penitencial de la centenaria hermandad.

Y llegamos al presente año 2020 cuando la cofradía de las Angustias y León esperan poder ver en procesión la nueva imagen adquirida hace dos años a Juan Manuel Miñarro, y es que, aunque fue bendecida el sábado 10 de marzo de 2018 en la catedral de Santa María de León, la calle no contó con su presencia, porque las condiciones climatológicas hicieron que la Junta de Seises de las Angustias suspendiera la procesión.

El estreno más destacado de la Semana Santa en León del 2018, que con tanto secreto fue llevado por la cofradía, -eso es otra curiosa historia- quedó sin poder disfrutarse, y por ello, esperamos que en esta venidera, una representación nueva de María dolorosa acompañe al resto de devociones marianas de la cofradía de las Angustias.

Esta Consolación de María, resulta ser la visión conjunta del compromiso histórico y devoción mariana de la cofradía penitencial fundada en el desaparecido convento de Santo Domingo, con la imagen ideada por su creador, Juan Manuel Miñarro.

La Consolación de María es un crisol de renovación en la estética historicista de la imaginería netamente vallisoletana, rememorando un barroco tardío que da paso al academicismo de la escultura del siglo XVIII y a la idealización de la belleza femenina de escuela andaluza.

Parece que Miñarro arranca y toma detalles del maestro Gregorio Fernandez, y crece con el estilo de Juan Alonso Villabrille y Ron a través del recuerdo del excepcional trabajo desarrollado en los paños y ropaje de la Dolorosa donada a la Colegiata Basílica de San Isidoro de León por Fernando Ignacio de Arango Queipo, abad de San Isidoro entre 1715 y 1720.

El movimiento de la Dolorosa de San Isidoro de Villabrille y Ron, además, abre la puerta a otra influencia, la del alumno que formó. Nada menos que Luis Salvador Carmona, influencia también de Miñarro y que recuerda también con su Consolación de María a la Dolorosa del Real de San Vicente de Toledo.

Actitudes, movimientos, interpretación de una belleza en el rostro de María Dolorosa con un concepto diferente al tradicional de la escultura de escuela castellana, tanto que la cara de la nueva representación de la Consolación de María muestra otro concepto de belleza, edad y sufrimiento; el que llevaron a cabo artistas como Cristóbal Ramos, ejemplarizado en su Dolorosa del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, y autor de la Virgen de las Aguas de Sevilla.

Aunque, si sufrimiento y dulzura tiene nombre y apellidos estos son los presentes en la Dolorosa de Pedro de Mena para la iglesia de Santa Maria de la Victoria de Málaga, y también la mente de Miñarro debió tenerla en su conciencia a la hora de tallar la nueva imagen para la cofradía leonesa.

El remate, como es obvio, es el del propio estilo del autor sevillano, tan empapado de arte como la ciudad en la que nace, donde enseña Bellas Artes en la Universidad y trabaja en su taller para la conservación del patrimonio y realización de nueva obra escultórica.

Juan Manuel Miñarro tamiza el tiempo de la tradición escultórica barroca española, de diferentes escuelas, y lo sintetiza en la realización de la Virgen de la Consolación, para la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad, aportando ese pellizco que produce un estilo naturalista, cercano a un realismo idealizado, como expresión de un dramatismo que otorga belleza al sufrimiento del que emana el papel de la Virgen María en las creencias y teología católica, la de madre para todos, espejo de las virtudes teologales, de la fe, la esperanza y la caridad.

No es importante la obra material sin la importante herencia artística y cultural que muestra la bella imagen de Miñarro en una ejecución impecable, en su concepción, talla, policromías, movimiento, expresión y resolución final.

Valiosa es por tanto la nueva adquisición de la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad de León, y destacada la labor del consagrado autor, Juan Manuel Miñarro, que esperemos pueda lucir sobre los hombros de las braceras de la cofradía en la Solemne y oficial procesión del Santo Entierro que por año par le corresponde a la hermandad de las Angustias de León.